Y a propósito de las elecciones…

En la escuela de mis hijos hicieron un ejercicio sobre la democracia y cada mesa de trabajo debía de elegir a un representante para competir por ser el presidente del salón. Lo interesante viene a continuación, aún y cuando en el salón de uno de mis niños hay más niñas que niños, sólo una mesa de trabajo eligió a una mujer, la cual fue elegida por otra mujer, el resto eran hombres, me platicaron que las propuestas de cada uno de los elegidos habían sido muy interesantes, habían dicho cosas sobre mejoras, mediación, etc. pero al final de cuentas todos habían terminado por decir que les llevarían de comer si votaban por ellos y solamente la niña habló entre otros temas acerca de la ecología y cuidados al medio ambiente (esto es muy real, no estoy agregando nada a lo que ellos me contaron). Les pregunté si ya habían meditado su voto y me dijeron que sí. Al siguiente día que regresaron de clases les pregunté que cómo les había ido en su proceso de elección de presidente de salón, me dijeron que muy bien, uno me dijo que en su salón había ganado el más popular y el otro me dijo que en su salón el mas guapo del grupo, les pregunté si creían que habían ganado por sus propuestas y me dijeron que no, que otros niños habían tenido propuestas mejores, incluso la niña que estaba de candidata.

El ser el ganador no iba a tener relevancia, solamente estaban haciendo un proceso democrático para que todos entendieran mejor el proceso de las elecciones que estamos viviendo en nuestro país.

Sinceramente, aunque para ellos fue un ejercicio, para mí fue muy sorprendente y me hizo reflexionar qué les estamos enseñando a nuestros hijos y qué futuro les espera; nos estamos quejando de nuestro actual gobierno, del proceso de elección y no estamos preparando a nuestros hijos para sus futuras intervenciones democráticas.

Primero que nada, en un salón donde la mayoría son mujeres, solo eligieron a una candidata de 6 participantes; las mujeres tenemos años luchando por equidad e igualdad pero no se lo estamos enseñando a nuestras niñas, esta pequeña fue elegida por otra niña, pero al momento de votar se fueron por el más guapo, el más popular o el que les iba a llevar algo de comer! Peor aún, las mujeres no creemos en las mujeres ¿Dónde está eso que tanto reclamamos si al momento de tener una oportunidad de demostrar de lo que somos capaz nos echamos tierra nosotras mismas?

En segundo lugar, nos hemos venido quejando de nuestro gobierno por años, pero no estamos haciendo nada para un cambio y la prueba está en este ejercicio que hicieron nuestros pequeños, donde aplican lo que han aprendido de nosotros, sus papás.

Esto para mí ha sido realmente una sorpresa, no cabe duda que México aún no está preparado para ser un país de primer mundo, si bien la sociedad machista no es exclusiva del mexicano, si está aún muy presente en nuestro país. Como mujeres nos enojamos si vemos que una de nuestro género está sobresaliendo y lo primero que nos preguntamos es ¿Con quién estará saliendo?

Esto realmente me ha dolido mucho, pues mientras algunas personas quieren educar a sus hijos para creer en un cambio, la gran mayoría sigue creyendo en el machismo y la opresión de la mujer y tal parece que el niño “pensante” va contra corriente.

Reflexionemos acerca de este ejercicio de democracia de los pequeños y pregúntense a sí mismos, ¿Qué estamos haciendo para un cambio real?